miércoles, diciembre 20, 2006

La historia no lo perdona

Murió Pinochet y, tal como era de esperar, la derecha quiere aprovechar la oportunidad para blanquearlo. Como todos los muertos son buenos ahora creen poder decir que el viejo no era tan malo, que hay que destacar lo pasivito de su gestión y no sólo los errores que cometió. Me imagino que los errores son los allanamientos por la noche, los golpes, los gritos, los llantos de los niños, los raptos, la tortura, el dolor de las familias que buscaban a los desaparecido, las burlas, los corvos sacándole los ojos a los sentenciados a muerte, la corriente, la humillación, las violaciones de hombres y mujeres, los ratones en las vaginas y la pesadilla de varias generaciones. Lo positivo debe ser que no nos pudo matar a todos, que algunos nos salvamos, que no faltaron los valientes que se pararon frente al terror y no agacharon, que siempre hubo resistencia a pesar del frío, el hambre, la desolación y el miedo. Pero para la derecha es más rescatable que el dictador haya llamado a plebiscito, sin tomar en cuenta las circunstancias del momento ni que lo haya perdido; que ordenó la economía, no antes de repartirse la riqueza de los chilenos con sus amigos y cómplices; y que dejó el poder con un país funcionando, justificando así un sistema político y económico injusto que favorece a las elites y somete a las mayorías.