Ministra sorda no quiere nada con la Música

La ministra de educación Mónica Jiménez declaró estar “preocupada” por Música Sepúlveda, la joven estudiante que le arrojó el agua de un jarro en la última jornada de Diálogos Participativos por la Educación Pública. Pero también debió estar sorda cuando en el noticiero de la noche se pregunto: ¿Qué dirán sus padres? pocos segundos después de que la madre claramente le diera su respaldo a Música. ¿Qué dirán sus profesores? continuó después de escuchar al presidente Metropolitano del Colegio de Profesores, Jorge Abedrapo, quien declaró que entendía a la joven, porque la violencia contra los estudiantes había sido insólita. Pero la hipocresía de la ministra no tenía límites: ¿Qué estará pasando por su cabeza? se preguntó justo después de escuchar a Música denunciar los abusos de que son objeto los estudiantes. ¿Qué estará pasando por su corazón? arrojó como si quedaran dudas sobre la frustración que la arrogancia de la autoridades está provocando en el movimiento estudiantil. Mientras el conductor del noticiero hacían lo posible por denostar a la serena estudiante de 14 años, la ministra continuaba su irónico monologo de magisterio: “Tienen que entender que las ideas no se defienden en la calle con protestas y barricadas”, haciendo caso omiso del hecho que así se conquistó la democracia en nuestro país. Afortunadamente los estudiantes no tienen previsto descansar hasta que sus demandas por una educación de mejor calidad y más integradora sean escuchadas. Ambición que, por lo demás, es la de la mayoría de los chilenos, según las encuestas. Gracias Música Sepúlveda.