jueves, julio 20, 2006

Seamos un poco más negativos

Dicen que las cosas van mejorando de apoco. Aveces parece que sí y nos alegramos, pero otras parece que no avanzamos nada. En estos días, la sensación es la última. Me refiero a las penurias que pasan los más pobres durante los inviernos. Esas que dejan en evidencia lo incompleto que es nuestro sistema y lo ineficientes que son nuestros gobiernos a la hora de llevar a cabo los cambios necesarios. Hay cosas que se han transformado en costumbre, como las casas mal hechas que se construyen para los más necesitados (más símbolos que soluciones verdaderas), los bonos de 10 o 15 mil pesos que se les entrega a los mismos, (para que se mantengan con vida durante el invierno) y la mala atención en los hospitales cuando se enferman (producto de sus precarias condiciones de vida). Uno podría pensar que en algo se les ayuda, claro que sí. En esos momentos en que vemos las cosas con más optimismo, comparamos la realidad de hoy con la de los peores tiempos, nuestra pobreza con la de los que son aún más pobres y concluimos que podría ser peor. Pero cada vez me siento más cansado de eso, cada vez más siento que nos están engañado.

domingo, julio 02, 2006

Excluidos y excluyentes (publ.19 de mayo)

Vuelvo publicar esta nota a propósito de la actualidad nacional: Dicen que Afoldo Hitler nunca recibió cariño cuando niño, sólo castigo. Cuando joven trató de ingresar a la escuela de Bellas Artes varias veces, pero fue rechazado. Más tarde sus frustraciones desembocaron en una masacre de proporciones espantosas. En nuestro país tenemos exemplos mucho más cercanos, tanto conocidos como desconocidos. Demasiados niños chilenos crecen en compañía de la violencia y la exclución, ambiente propicio para convertirse en seres miedosos y acomplejados que, si no tienen la suerte de encontar cariño y acogida durante su juventud, serán presa fácil para las ideologías que promueven los mismos anti-valores a los que ellos fueron expuestos. De esta manera los jovenes enfocarán su frustración y su rabia en otro más débil para quitarle lo que ellos no tuvieron. Las medidas que se proponen para detener a estos peligrosos grupos son, por lo general, inmediatistas y se basan en la prohibición y el castigo, pero también hay que tener una estratégia más profunda y a largo plazo, que pase por el adecuado cuidado de los niños durante su crecimiento. Una medida así concierne a todos, padres, profesores y gobernantes.