domingo, diciembre 31, 2006

Hussein y Pinochet

Mientras en Irak Sadam Hussein fue sentenciado a muerte por el asesinato de 148 chiitas, en Chile Augusto Pinochet nunca tuvo que compadecer frente a un tribunal por sus asesinatos, que fueron muchos más. Es cierto que Hussein no solo asesinó chiitas, también kurdos, y otros rivales, pero para el tribunal iraquí esos 148 bastaron. Para los tribunales chilenos, en cambio, no fueron suficientes los miles de opositores encarcelados, torturados y asesinados por Pinochet, incluidos algunos provenientes de sus propias filas. A simple vista parece no haber lógica en este tipo de cosas, pero sí la hay. Sadam era amigo de los norteamericanos hasta que se les arrancó con los tarros (de petróleo). Pinochet también era amigo del imperio hasta que sus crímenes alcanzaron las calles de Washington y la opinión publica lo condenó. Pero así como, después de alineada la economía chilena, a EEUU le fue fácil dejar a Pinochet fuera de juego, con Hussein se le complicó el panorama, porque él pretendía convertirse, en el líder antiamericano del medio oriente. Por eso, si en Chile la solución fue la Concertación, en Irak fue la guerra, la invasión. Si en Chile fue necesaria una política de “reconciliación” y de “dar vuelta la página”, en Irak hubo que “asegurar la democracia, cueste lo que cueste”. Para la lógica norteamericana Pinochet hizo bien la tarea y murió como hombre libre y acomodado. Hussein la hizo mal y lo mandaron nada menos que a ahorcar.

miércoles, diciembre 20, 2006

La historia no lo perdona

Murió Pinochet y, tal como era de esperar, la derecha quiere aprovechar la oportunidad para blanquearlo. Como todos los muertos son buenos ahora creen poder decir que el viejo no era tan malo, que hay que destacar lo pasivito de su gestión y no sólo los errores que cometió. Me imagino que los errores son los allanamientos por la noche, los golpes, los gritos, los llantos de los niños, los raptos, la tortura, el dolor de las familias que buscaban a los desaparecido, las burlas, los corvos sacándole los ojos a los sentenciados a muerte, la corriente, la humillación, las violaciones de hombres y mujeres, los ratones en las vaginas y la pesadilla de varias generaciones. Lo positivo debe ser que no nos pudo matar a todos, que algunos nos salvamos, que no faltaron los valientes que se pararon frente al terror y no agacharon, que siempre hubo resistencia a pesar del frío, el hambre, la desolación y el miedo. Pero para la derecha es más rescatable que el dictador haya llamado a plebiscito, sin tomar en cuenta las circunstancias del momento ni que lo haya perdido; que ordenó la economía, no antes de repartirse la riqueza de los chilenos con sus amigos y cómplices; y que dejó el poder con un país funcionando, justificando así un sistema político y económico injusto que favorece a las elites y somete a las mayorías.

jueves, diciembre 07, 2006

Sus amigos quieren que se muera

A pesar de todo el dolor que Pinochet ha causado en Chile, sus detractores, no parecen desearle la muerte, al contrario, le desean una muy larga vida. Algunos porque esperan que las dolencias de la edad se encarguen de su sufrimiento. Otros porque esperan tener la satisfacción de verlo juzgado y condenado. Quizás algunos hasta serían capaces de recomendarle más de un secreto de naturaleza con tal de ver sus deseos hechos realidad. La otra cara de la moneda son sus seguidores, quienes no tienen ningún interés en que su líder sufra demasiado, pero a quienes les caería como anillo al dedo que muriera pronto y les trajera salvación. Pinochet sería liberado de los cargos en su contra y su obra sería simbólicamente sobreseída. Sus colaboradores proclamarían aliviados que es hora de olvidar el pasado y los rencores. Cesarían las criticas al establishment político por el trato especial que le da al ex dictador. Serían tantas las bondades de un desenlace así, que más de algún potencial beneficiario debe haber pensado que, si la naturaleza no hace lo suyo, habría que echarle una manito. Estamos hablando de gente con espíritu de sacrificio dispuesta a cualquier cosa por la patria...